El trastorno por depresión es una de las enfermedades más comunes de nuestro siglo. Se caracteriza por el predominio de un sentimiento de tristeza muy intenso que nos afecta a nivel físico y mental y que interfiere sustancialmente en nuestro funcionamiento normal. Es decir, nos impide realizar nuestras actividades diarias con normalidad y cambia nuestro modo de sentir y pensar.
La depresión puede estar causada por distintas razones, presentar diferentes síntomas y podemos padecerla a cualquier edad. Aunque existen varios tipos de ansiedad, es bastante común que cuando sufrimos este trastorno padezcamos síntomas de ansiedad y que nos sintamos desmoralizados y con sensación de culpabilidad. Además, es recurrente perder el apetito, tener dificultades para dormir y sentir falta de interés y placer para realizar nuestras actividades favoritas.
La psicoterapia para la depresión
Lo más importante que debemos saber es que la depresión se puede tratar con éxito. La psicoterapia está estructurada por fases y objetivos, siendo uno de los tratamientos más efectivos para revertir el rumbo de nuestros pensamientos, sentimientos y conductas.
El psicólogo tiene la capacidad de señalarnos los problemas de nuestra vida cotidiana que contribuyen a la depresión y puede ayudarnos a determinar qué aspectos de estas dificultades pueden resolverse y cuáles no. Además, podrá identificar los patrones de pensamientos negativos que sufragan nuestro sentimiento de desesperanza, así como otros razonamientos y conductas que cooperan en generarnos depresión.
La psicoterapia identifica y ayuda a afrontar las razones de la depresión clínica
Igualmente, el terapeuta contribuirá a ayudarnos a entender los hechos traumáticos de nuestro pasado en orden a recuperar el control y el placer en nuestra vida. Es decir, que la psicoterapia nos ayuda a ver las opciones que tenemos, así como a retomar las actividades satisfactorias en nuestra vida.
En conclusión, es importante que acudamos a una consulta psicológica para poder afrontar y tratar la depresión, evitando, de este modo, sufrir trastornos de ansiedad y de otra índole.
